Hace ya 100 años, Joseph Pilates creó un método de entrenamiento tanto físico como mental. Era un hombre dedicado profundamente a descubrir el bienestar personal y a promover la salud. Estudió yoga, artes marciales, meditación Zen y ejercicios griegos y romanos. De toda esta ensalada de disciplinas, nace el pilates.

Sus bases parten de la búsqueda de un movimiento eficiente, la vuelta al movimiento funcional y a un mejor rendimiento.

Sin duda se ha convertido en una de las prácticas más saludables y que más nos conciencia y nos conecta con nuestro cuerpo, tanto por dentro como por fuera.

Los beneficios del pilates son muchos, sin embargo quiero destacar:

• Mejora tu movilidad, estabilidad y coordinación, así como el tono muscular, la flexibilidad y la destreza.
• Corrige posturas y contribuye a la prevención de lumbalgias, contracturas o dolores de espalda.
• Aumenta la capacidad de control y concentración, gracias a la conexión entre el cuerpo y la mente.
• Te da las herramientas para controlar tu movimiento.
• Te ayuda a equilibrar todo el cuerpo.
• Te recarga de vitalidad sintiéndote más ágil.

Por si fuera poco, a nivel mental, reduce el estrés, nos relaja, nos hace más conscientes de nosotros mismos, de nuestro alrededor y de nuestra estabilidad no solo física sino también emocional.

Todas las personas que quieran mejorar su salud y tengan interés en entender y mejorar su manera de comunicarse a través del movimiento.

El pilates va dirigido tanto para los que buscan iniciarse en el movimiento como para los practicantes más avanzados que quieren llevar su entrenamiento y práctica a un nivel más avanzado.
No importa la edad, ni el estado físico, ni la práctica habitual que hagas.
Tanto las clases como los ejercicios se adaptan según nivel y/o patología para que todas os sintáis cómodas con el movimiento.

La forma en que nos movemos describe cómo somos, pensamos y cómo nos relacionamos con el mundo. Nuestro movimiento nos hace únicas.

Según mi forma de entender el pilates, la práctica de movimiento debe sentirla una misma, con su cuerpo y a partir de aquí valorar. Yo te puedo ayudar mostrándote aquí debajo algunos de los objetivos por los cuales la gran mayoría se inicia con el pilates:

• Reducir el dolor (de espalda, cervicales, rodilla…).
• Mejorar su calidad de vida.
• Fortalecer el cuerpo.
• Recuperar la movilidad tras una lesión, operación o rehabilitación.
• Mejorar en su práctica de movimiento.
• Sentirse más vitales y activas.

Si te sientes identificada con alguno de ellos el pilates es un buen método para conseguirlos, y a mi me encantaría acompañarte en este proceso.

Abrirte a ti y conocerte a ti es darte la oportunidad de conocer un mundo nuevo lleno de posibilidades.

Si lo que estás buscando son resultados inmediatos, sin tener una constancia ni regularidad, el pilates no es tu práctica.

Si gastamos toda la energía en fijarnos sólo en el resultado no tendremos suficiente para el proceso. Es importante disfrutar del camino del cambio y ser consciente de lo que tú y tu cuerpo estáis aprendiendo de ambos.

El pilates más que una práctica física, que lo es, también es un entrenamiento mental que te ayudará a conectar contigo mismo/a para escucharte y entender tus necesidades.

Mente libre, cuerpo libre.

La práctica de pilates puede ayudarte en el proceso de rehabilitación y recuperación de la movilidad y funcionalidad. Si tienes cualquier patología, lesión, dolor o miedo puedes consultarme sin compromiso, te ayudaré a recuperar la confianza y a reconciliarte con el movimiento.

“El cambio se produce a través del movimiento y el movimiento cura” Joseph Pilates.

La práctica de pilates durante el embarazo está totalmente recomendada siempre y cuándo no haya ningún riesgo ni contraindicación de tu médico/a.

Estudios científicos avalan la necesidad de mantenerse activa durante el embarazo tanto para la salud de la mamá como la del bebé. Además, la práctica de pilates prenatal contribuirá a una recuperación más rápida y eficaz en el postparto.

Normalmente se recomienda empezar con la práctica a partir de la semana 6 o segundo trimestre (según se encuentre la mamá) hasta el final del embarazo.

En el programa prenatal obtendrás una atención personalizada por mi parte y te acompañaré en esta maravillosa experiencia para que encuentres el apoyo necesario para el autoconocimiento y crecimiento tanto físico como emocional.

Si quieres saber más sobre el pilates prenatal y sus beneficios, te invito a que leas el post sobre Pilates Prenatal de mi blog.

Sí, siempre y cuándo esté adaptado a las necesidades postparto, enfocando el trabajo a la recuperación del suelo pélvico y la faja abdominal.

Durante el embarazo y el parto el cuerpo de la mujer pasa por una serie de cambios que requieren de un entrenamiento adaptado que ayude a recuperar la fuerza y la forma física.
Así pues, es importante no abandonar en la recta final y retomar el ejercicio respetando tus tiempos de recuperación. Para ello tanto el pilates como los hipopresivos son ideales para restablecer la sinergia abdominopelviana.
La salud de la mamá es una prioridad. Cuidarte y mimarte es importante.
Si quieres saber más sobre el ejercicio en el postparto te invito a leer este post: Ejercicio en el postparto.